(Es muy probable que este post lo entiendan solamente quienes tengan más de 23/25 años. Sepan disculpar…)Dentro de los muchos recuerdos que tengo de mi infancia (y que, creanme, son varios y desde muy chica!), hay dos que son terriblemente consistentes y que al día de hoy me siguen haciendo llorar, aunque ahora es de la risa:
1) Cada vez que veía el video de “Thriller” de Michael Jackson, tenía pesadillas.Hoy por hoy me empiezo a preguntar si las pesadillas eran solamente por los monstruos o por Michael. Pero me acuerdo que esa última escena, en la que él se da vuelta, mira a la cámara, sonríe y deja ver que REALMENTE es un monstruo… me daba muuucho miedo!
2) No podía evitar ver miles de veces la película “Toby” y llorar como una marrana al final.Explico: Toby es un niño rubio que descubre que en realidad es un ángel. Le crecen alitas en la espalda y eso a él le dolía. Pero no sólo le causaba dolor físico, sino que encima se tenía que comer todas las gastadas de sus siniestros compañeritos. Y al final, Toby se convierte en ángel y se va… al más allá.
En la tele la pasaban mucho (imagínenese, eran los 80, había sólo 5 canales y pocas pelis) y yo siempre la veía y siempre lloraba. Y me quedaba angustiada y la llamaba a mi mamá de noche para que me viniera a consolar a la cama y ella me preguntaba: “Pero, ¿para qué volvés a ver esa película una y otra vez si ya sabés cómo termina y te sigue haciendo llorar?”.
“Es que… pobre Toby! A él le duele!” Sniff.
Etiquetas: Yo niña