Buenos Aires, 7 de septiembre de 2007
Querido Pablo:
Soy tu tía Naty, y te escribo en nombre mío y el de tu tío Diego, desde Buenos Aires. Sé que todavía sos demasiado chiquito como para poder leer vos solito esta carta que hoy te estoy escribiendo, pero seguramente tu mamá te podrá ayudar y te la lea, y quizás te la guarde hasta que seas más grande y puedas leerla por tu cuenta.
Todavía no nos conocemos, pero quería aprovechar la visita que pronto te estarán haciendo tus abuelos para mandarte algunos regalitos con motivo de tu llegada a este mundo, para ayudarte a crecer, para que puedas jugar y entretenerte con ellos, y para estar de alguna manera presente en tu vida cotidiana.
Lamentablemente vivimos muy lejos y en este momento a tu tío y a mí nos es imposible viajar para allá, ya que estamos por casarnos dentro de unos pocos meses y tenemos que hacer muchas cosas y juntar el dinero necesario para ello. Como vos todavía sos muy chiquito, es un poco temprano para que vengas a visitarnos, así que tendremos que posponer el encuentro para otra oportunidad, pero espero que no pase mucho tiempo hasta que podamos conocernos en persona, y pueda abrazarte, hablarte, escucharte y jugar con vos.
Quería decirte que sos un ser muy especial en mi vida. Sos mi primer sobrino, y además naciste el día de mi cumpleaños, así que nos llevamos exactamente 30 años de diferencia! Fuiste el regalo más hermoso y especial que recibí, y me alegra mucho saber que de aquí en más, todos los años vamos a estar soplando las velitas juntos, aún si vos estás en tu casa y yo en la mía… Pero vamos a estar unidos por la fecha y por el corazón. Ojalá tengamos la oportunidad de festejar juntos nuestros cumples alguna vez!
Todos nosotros (tus tíos, tus abuelos, tus papis y yo) esperamos tu llegada con mucha alegría y ansiedad. El día que naciste, acá en Buenos Aires estaba nublado y bastante fresco, ya que para nosotros es otoño (casi invierno). Y si bien sabíamos que tu mamá ya estaba con trabajo de parto desde el día anterior, durante todo ese 20 de junio no tuvimos noticias sobre tu nacimiento sino hasta el día siguiente. Sin embargo, yo estaba segura que vos habías llegado a este mundo y que estabas bien. No sé por qué, pero era un presentimiento muy profundo, y no me equivoqué.
Bueno Pablito, no quiero aburrirte mucho. Además, mejor que te deje tranquilo y vayas a estrenar tus nuevos juguetes! Solamente quiero agregar que espero poder conocerte pronto. Que lamento mucho que estemos tan lejos físicamente el uno del otro, ya que me encantaría poder oficiar de tía estando al lado tuyo y viéndote crecer cada día… Me encantaría poder llevarte a pasear, o a la plaza, o al cine, o al teatro, y que hagamos muchas cosas juntos. Me gustaría cantar y bailar con vos, dibujar, pintar, armar obritas de teatro, cocinar y comer los manjares que hagamos juntos. También me gustaría estar presente para acompañarte en todo lo que necesites, que vengas de visita y te quedes a dormir en casa, que nos vayamos juntos de vacaciones, y mil cosas más.
Ojalá algún día podamos hacer algo de todo esto. Sabé desde ahora que las puertas de nuestra casa estarán siempre abiertas para vos, y que con mucho gusto cuando ya tengas edad para viajar te recibiremos y te mimaremos durante todo el tiempo que tengas ganas de quedarte!
Te quiero mucho y te mando muchos besos muy grandes!
Tu tía Naty
Etiquetas: Mar adentro