Siempre dije que
El Mar Azul iba a cerrar el día que dejara de resultarme entretenido. Y creo que eso es lo que me está pasando.
No hay una causa ni un hecho puntual que esté provocando este cierre. Quizás es un rejunte de varias cosas. Tampoco sé si el cierre es definitivo o temporario, pero por ahora quedará así.
Lo cierto es que
El Mar Azul me dio muchísimas cosas más de las que yo esperaba cuando abrí el blog, allá por marzo del año pasado. Y cuando digo "muchísimas cosas más" estoy abarcando todo: de las buenas y de las malas.
El Mar Azul me sorprendió.
Cuando lo abrí, no tenía idea de lo que era un blog ni de esta cosa de
Mundo B que encierra a un montón de gente (varios de los cuales pasaron a formar parte de mi mundo real, además del virtual). Al principio lo concebí como un espacio donde poder poner mis textos y plantear mis delirios, y como una especie de diario (
Querido Blog) donde hacer catarsis. Traté de conservar ese estilo a lo largo de todo este tiempo, y si lo logré o no, es algo que juzgarán ustedes. Mi primer post decía, en uno de sus pasajes, que "(El Mar Azul es un lugar)...
donde cada día, y a falta de terapia, haremos catarsis... lo importante es no callarse nada". Bueno, ahora vuelvo a la terapia, así que es justo cumplir el ciclo terapia-blog-terapia...
No voy a irme demasiado lejos. Me quedo en
CineFreaks, me quedo en
Bendito tú eres, me quedo leyendo y comentando a quienes suelo leer y comentar, y quizás aparezca por algún otro lado, donde mi
yo virtual sea un poco más impersonal, pero eso está por verse. Lo cierto es que hoy poy hoy siento que este espacio cumplió su ciclo y que prefiero retirarme estando en la cresta de la ola (cuac! Siempre quise decir esa frase de estrella).
Gracias a todos los que nadaron por aquí.Nos vemos, nos hablamos, nos escribimos, nos leemos... Queda el mail, por si alguien tiene algo que decir o preguntar: elmarazul arroba fibertel punto com punto ar.
Etiquetas: Avisos parroquiales