Hace exactamente un año, yo estaba sumergida en uno de mis pozos depresivos más profundos. Era una tarde de domingo lluvioso, frío y otoñal, y mi amiga Sol me llama por teléfono diciendo:
"¿No querés venirte para casa? Va a venir Analía (compañera de Sol de facultad, ambas estudiantes de Diseño Gráfico),
que tiene que hacer el trabajo para Fotografía... Dale, venite, así nos ayudás con las fotos, con la iluminación y todo eso...".
Bueno. Fui. Pensé que podría servir para despejarme.
Cuando llego al departamento de Sol y ella abre la puerta, descubrí que había sido víctima de un engaño.
Sol y Analía me sientan en una silla y me comentan que en realidad les faltaba la modelo para las fotos. Esa venía a ser yo. ¿Yo? Sí, yo!
Okey. ¿De qué se trata esta sesión de fotos?
"La cuestión es así", comienza a explicarme Analía,
"Esto vendría a ser un catálogo de ropa interior, y su tema central es: la bombacha. Te voy a sacar fotos donde, quedate tranquila, no se te va a ver la cara (claro, esa no, pero la otra... sí!)
y donde vas a posar con distintos tipos de bombachas que caractericen estereotipos: la diosa, la ingenua, la mujer fatal... esas cosas".
Después de intentar resistirme un poco y dejar que ellas me insistieran, accedí. Me metí en el baño con ocho mil conjuntitos de ropa interior, donde había desde culottes hasta tangas, desde leopardos hasta algodón rosa con pintitas, encajes, broderie, plumas y pompones, portaligas y medias de red... Las chicas musicalizaron la sesión con "Erotica" de Madonna. Luz, cámara y acción!
Me divertí como loca. Me levantó un domingo deprimente.
Analía aprobó el trabajo, intentando resguardar el nombre de la modelo ante las insistentes preguntas de sus compañeros de cursada. Y digo "intentando", porque meses después caí en un cumpleaños de otra chica de este grupo de estudiantes. Y cuando Sol me presentó como:
"Ella es mi amiga Naty", tuve que soportar algunos:
"Aaaaaaaah! Vos sos la de las fotos?!?!". Ejem, sí.
Nunca vi cómo salieron esas fotos. Nunca. Y ya pasó un año.
Pero lo mejor de todo fue que esto me levantó simplemente porque durante un rato me sentí muy mujer... cuando justamente yo estaba mal porque me estaban queriendo hacer sentir todo lo contrario.
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