Bueno, está bien, es hora que lo confiese. Este señor es el amor de mi vida.

Se llama
Inti, pero acá todos le decimos: Poti, Poto, Pototo, Pototito y su más variadas deformaciones. El por qué de este sobrenombre es medio estúpido, pero básicamente se reduce a que un día él estaba enfermito y, como en general es hiperactivo, en ese momento parecía un Potus de tan quietucho que estaba.
La cuestión es que este individuo llegó a mi casa un 5 de abril de 2003. Y, como el veterinario decía que tenía aproximadamente 2 meses de edad, establecimos el 5 de febrero como su fecha de nacimiento.
Hacía mucho tiempo que yo tenía ganas de adoptar un siamés, y finalmente me decidí. Fui a una veterinaria un viernes a la noche y ahí lo conocí a Inti, que dormía en una jaulita pero que en seguida se despertó y desde entonces no dejó de mirarme fijo. Esa noche no pude dormir pensando en esos ojos celestes y a la mañana siguiente corrí a traérmelo a casa.
Desde ese entonces, nuestra relación pasó por varias etapas. Desde enojos y retos porque de bebé este bicho hacía y rompía lo que se le antojaba (como: jarrones, cortinas de baño, papeles, etc), momentos de furia en la época en la que cursó su primer celo y estaba insoportable (hasta que lo hice castrar), hasta ahora que desde hace un tiempo largo ya que estamos en un idilio total.
Mi gato es un genio y a la única persona a la que le ronronea es a mí. Duerme conmigo y cuando yo me despierto (independientemente del momento del día que sea), él viene a buscar su sesión de mimos. Desayuna conmigo. Le gusta dormir la siesta arriba del monitor o de la tele, por el calorcito que irradian. Casi no maúlla, salvo que me quiera "mostrar" algo. Tiene las garras de Godzilla porque el muy jodido no se deja cortar las uñas. Usa la reja del balcón como palestra y las paredes del living para hacer sus saltos al mejor estilo Matrix o De la Guarda.
Y nada... podría escribir millones de líneas más contando las locuras que hace y lo lindo que es, pero quedaría un poco denso, no? Sólo quiero homenajear a mí bebé
porque sí... Porque lo recontra quiero, porque me hace mucha compañía, porque me consuela cuando estoy triste y me alegra y divierte cada día, porque me mima y a veces se deja mimar, porque es un bardero y me encanta que lo sea... Y porque cuando yo estoy de viaje, lo extraño como loca.
Te quiero gato sucio!
Etiquetas: Porque sí