miércoles, octubre 20, 2004 |
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| Has decidido entrar en la Caverna 1. | El lugar está muy oscuro pero igual no te queda otra alternativa que caminar tanteando las paredes de piedra. Luego de recorrer unos cuantos metros en la oscuridad total divisas una tenue luz. Agilizas el paso, sin dejar de sostenerte de las paredes, que comienzan a tornarse lisas. El caudal de luz aumenta y percibes música de fondo. ¿Eso que suena es "Jammin'" de Bob Marley? Llegas finalmente hasta un recinto donde te recibe un grupo de unos veinte hombres cuyos ojos están delineados con henna, llevan como única ropa una especie de pollerita o vestidito blanco hasta la rodilla y una gran cantidad de joyas y ornamentos. "¿Acaso es esto una fiesta gay?", piensas en voz alta. Pero ninguno te responde. Están sentados en el piso, con sus piernas cruzadas. Te hacen un gesto amistoso para que te unas a su club del clan. Cuando te acercas y consigues un lugar en esa ronda, notas el denso humo que predomina en el ambiente, mientras ves cómo entre ellos se pasan de mano en mano una pipa gigante y unas copas de cerámica con un contenido dudoso. "Vení, hermano. Estamos celebrando la caída de Ramsés", te dice uno y te ofrece a fumar de la pipa. "¿Cómo? ¿Está terminando el imperio egipcio?", preguntas mientras aspiras el humo. "Nooo! El imperio está lo más bien!", te contesta tu amigo, quien ahora te alcanza un vaso, "El nabo de Ramsés se pasó de rosca fumando y volcó, mentendés? Miralo, ahí está tirado. Lo que pasa es que tenemos que meternos acá adentro de la Keops a fumar porque sino los ratis nos rompen los sarcófagos, viste?".
Todos ríen a carcajadas mientras tú bebes un sorbo de ese extraño líquido violáceo. Le das una pitada más a la pipa y de pronto se empiezan a distorsionar las voces de los presentes. Los jeroglíficos pintados en las paredes de lo que ahora es, evidentemente, una de las pirámides egipcias, cobran vida propia y se convierten en animés donde los gatos persiguen a las aves y los ojos rasgados lanzan miradas mortíferas de rayo láser. Te diviertes un buen rato contemplando estas animaciones mientras balbuceas "Qué Flash MX!" y cada tanto te ríes a carcajadas porque tus amigos egipcios están como locos bailando alrededor de las antorchas. "Poné un ochentoso!", grita uno. Y enseguida suena "Walk like an egiptian" de The Bangles. Todos tuercen los piecitos y las manos y hacen el pasito típico. "Ahora poné algo de rock nacional!", y se escucha "Cleopatra" de Los Twist. De pronto comienzas a sentirte muy cansado. Tus músculos están absolutamente relajados y piensas que quizás es un buen momento para echarse a descansar. Pero tienes hambre. Mucha hambre. Sí, serías capaz de comerte una chocotorta del tamaño del templo de Isis. Y a la vez te estás divirtiendo mucho por primera vez en este viaje loco en el tiempo. Uno de tus amigos egipcios te ofrece otro vaso y el que está sentado a tu izquierda está encendiendo una nueva pipa.
| Si decides hacerle caso a tu estómago que cruje sin parar y buscar algo para comer, ve al Blog "El día que me leas" en 3 días. | Si decides aceptar la copa del egipcio y seguir bebiendo, ve al Blog "Sensei Nitsuga" en 3 días. |
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Etiquetas: Efecinco |
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