Que alguien me explique a qué se debe esta Navidad otoñal. ¿Qué son estas temperaturas y estas lluvias? ¿Acaso de pronto estamos en Europa? Cuando la cena de Nochebuena no transcurre en el jardín de la casa de mis tíos, es porque algo raro va a haber... Yo sé lo que les digo.
Mi prima Fernanda se olvidó de traer las milanesas. Lo cual significó que tuvimos que conformarnos con las tartas, las ensaladas y la pavita. No sé por qué, pero todo tenía aceitunas. Y todo bien con las aceitunas, pero cuando abundan, saturan.
Mi prima María José, compañera habitual de borrachera en estas festividades, ahora tiene una beba de 6 meses y me abandonó a la hora de los brindis. Y como no hay nada más triste que una ebria solitaria, me comporté y me mantuve sobria.
Este año se sumó a nuestra mesa un amigo de mis tíos recientemente divorciado. Este señor fue el causante que apenas pasado el brindis y la apertura de regalos en el arbolito, le pidiera a mi papá de volver temprano a casa. Desde que llegué hasta que me fui, no paró de hablar un solo segundo. Parecía una radio encendida. Si hubiera tenido algo interesante para decir, vaya y pase. Pero el caballero está más caliente que negra en samba. Y es deplorable escuchar a un señor de 50 años contando acerca de sus citas, sus experiencias sexuales y tirándonos los galgos a mi prima y a mí. No da.
Papá Noel me trajo ropa, miles de cositas lindas como velitas, espuma y sales de baño y... contribuciones a los ahorros para el viaje a Europa. La verdad, se portó. O será que yo me porté... bien.
Reproducción del mejor diálogo por mensajes de texto de la noche:
Entrante: Feliz Navidad perra!
Saliente: Feliz Navidad trola!
Entrante: Dónde estás?
Saliente: En... bole!
Lejos de decepcionarme por el aburrimiento de la noche, volví temprano a casa. Hoy me levanté temprano y disfruté de la lluvia. Fui a la iglesia en familia. Almorcé con mis papás. Fui buena hija. Hablé por teléfono con mi hermana.
Y... es que
La Fiesta es esta noche. Jaaaa! Nos vemos. Espero que ustedes hayan pasado una linda Navidad.
Etiquetas: Porque sí