Anoche fui al cine a ver "Meet the Fockers". Promediando la media hora final de la película, acontece un hecho inédito en mi vida:
pluuuum! se corta la luz del cine. Unos segundos de oscuridad y luego se encienden las luces de emergencia. Imaginen el desconcierto general de quienes estábamos en la sala, ante el siniestro fantasma que nos rodea a los argentinos desde el acontecimiento de la noche del 30 de diciembre.
Cuando nos dimos cuenta que no pasaba "nada grave", algunos empezaron con los chiflidos. Finalmente aparece una empleada del complejo de cines, quien nos dice que si la energía no vuelve durante los próximos cinco minutos,
"nos vamos a reunir todos en el lobby y ahí el gerente les va a hablar"... ¿Reunión de consorcio? No sé, pero yo como mínimo quiero entradas gratis. Encima podrían hacernos el favor de aprovechar el corte de
loquesea y apagar el aire acondicionado, no? Que nos estamos congelando, esto parece un cine siberiano. Además ya son las doce y media de la noche y es lunes, tenemos sueño, mañana hay que levantarse temprano para ir a trabajar.
La peli no vuelve y comienzan a proyectar en pantalla esos anuncios viejos que son como diapositivas. Mención especial para una publicidad en 4 diapos de una conocida escuela de idiomas con método de enseñanza muy particular, cuyos carteles rezaban frases bizarras del estilo:
"Muchos practican yoga, pero son pocos quienes llegan al nirvana" (???).
Diez minutos más tarde, vuelve la película. Pero a los cinco minutos, se vuelve a cortar. ¡¿Qué está pasando?! Y otra vez las publicidades en diapositiva. Y la empleada del cine que nos dice que esperemos unos minutos y sino nos regalan entradas gratis. Y la gente, que ya se empieza a poner nerviosa, algunos se levantan y se van.
A una chica de la fila de adelante se le ocurre prender un cigarrillo y se genera el siguiente diálogo con señor de nuestra fila:
-Disculpame, ¿te molestaría apagar el cigarrillo? No se puede fumar adentro de la sala.
-No, no lo apago.
-Apagalo, estúpida. ¿Qué querés, que nos convirtamos en otro Cromagnón?
(levantando la voz, nervioso. En ese momento el cine ya se queda en silencio y todos presenciamos esa escena, que es mucho más entretenida que la película en sí)-Eh, tranquilo viejo...
-No. ¡Andate de acá! Váyanse, ¡asesinos!
(¿no será demasiado?...)Digamos que el señor y el novio de la chica no se fueron a las manos porque había una diferencia de edad de unos 35 años.
En fin, finalmente vuelve la película y logramos terminar de verla. Salimos del cine tardísimo. Y, como era de esperar, a la salida todo estaba oscuro y cerrado, y no se vio ni una sola carita de ningún empleado del Showcase Cinemas Belgrano (ya que estamos, los mandamos al frente!) como para que alguno de nosotros pudiera reclamar algún tipo de "indemnización por daños y perjuicios".
¿Ah, qué? ¿Querían saber qué me pareció de la película en sí? Eso debería ir por otro canal... Se vienen novedades en el
Mundo B (chan!). Estamos trabajando para la inminente inauguración de una nueva casita, dedicada exclusivamente al séptimo arte. Quédense por ahí, que estarán todos invitados.
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