La teoría sería una cosa así:
Uno puede darse cuenta cómo vive una persona por la manera en que conduce un auto. Y si usted no maneja, no se preocupe, no queda exento. También podemos inferirlo a partir de la manera de caminar y hasta de la forma en la cual usted empuja el changuito en el supermercado.
Piénselo de la siguiente forma, analícelo con la mayor cantidad de ejemplos que pueda:
En el caso de la conducción de automóviles, tenemos quienes son muy responsables y meticulosos a la hora de manejar/vivir: se abrochan siempre el cinturón de seguridad, usan el freno de mano y dejan los neumáticos alineados para estacionar, se detienen en cada semáforo en rojo y disminuyen la velocidad en cada bocacalle, usan los guiños siempre que van a doblar o ponen las balizas cada vez que estacionan. Están quienes viven un manejo/vida acelerado, con frenadas bruscas, que se la pasan esquivando. Están quienes chocan con frecuencia. Quienes tienen buenos reflejos. Están aquellos a los que les gusta pisar el acelerador, pero cuyo andar es suave y responsable. Piense en su manera de manejar, o en la de las personas que conoce, y compárelo con la manera en que viven, con la forma en la que afrontan sus problemas y los solucionan. Manejar implica una constante resolución de situaciones... como la vida misma. Esquivamos o nos quedamos donde estamos. Aceleramos o frenamos. Nos detenemos y arrancamos. Se nos acaba el combustible si no somos precavidos. Cada tanto puede haber pinchaduras o desperfectos mecánicos y eléctricos. Están quienes cuidan el auto y lo lavan todas las semanas, o quienes tienen el habitáculo hecho una mugre. Podemos respetar las señales de tránsito o cagarnos en todo y adelantar por la derecha y circular por la banquina en medio de un embotellamiento.
Piense, reflexione y luego hágase la siguiente pregunta:
¿Cómo manejo?Etiquetas: Teorías