Hace unos días, en otro de mis blogs comentábamos con
Maga acerca de la probable necesidad de colocar una especie de cartel de advertencia explicando el contenido humorístico de los posts. Fue un chiste, claro, pero a veces creo que a alguno le vendría bien saberlo.
En lo personal, trato de que este blog sea de contenido variado. Es decir que ustedes caen acá y, dependiendo de las ganas que tenga cada día, pueden llegar a encontrarse con textos serios, para reflexionar, absurdos, cómicos, melancólicos, zarpados, románticos, agresivos, irónicos o boludos. Esto es como una caja de sorpresas, muchas veces ni yo sé qué voy a postear hasta el momento en que me siento frente a la máquina. Pero es mi lugar, mi espacio, y la verdad que acá yo escribo lo que se me da la gana.
Me encanta recibir comentarios. Los leo todos, y en general también los respondo, porque me interesa ese feedback con la gente. Y creo que soy bastante clara con respecto a la onda que le pongo a cada post, por eso a veces me desconcierto cuando, ante algo escrito en joda, aparecen comentarios en serio, o viceversa. Por supuesto que hay algunos con los cuales mantengo un código de estilo (por ejemplo, si
Josi comenta sé que es en joda, así como sé que
Clarkson,
Ju y
MrManiac me van a bardear... porque son códigos que mantengo con ellos). Pero definitivamente no hay nada más absurdo que tener que explicar el post en los comments. Si dejo cosas a libre interpretación, es porque me interesa ver qué piensan ustedes. Si hace falta explicar o aclarar algo, me encargo yo solita de hacerlo en el primer comentario.
A lo que voy es que la mayoría de ustedes no me conoce, pero creen conocerme a través del blog. Y está bien, es lógico. En parte, yo soy lo que escribo. Pero en parte, no. Y, dato curioso: generalmente los que sí me conocen son los que nunca se confunden con la onda del post y el comentario que dejan.
Y ojo: estas aclaraciones no van dedicadas a nadie en particular ni significan que esté enojada. Después de la última (y única) vez que cerré mi blog, aprendí a no tomarme esto tan en serio. Simplemente aclaro... y quizás a partir de ahora, oscurezca. Pero la cosa es mucho más simple de lo que creen: al que no le guste o se sienta ofendido o piense que el contenido de este blog es una porquería, que haga clic en la crucecita roja que está arriba a la derecha y listo. Nadie los obliga a venir, y mucho menos a volver. Sepan que yo hago esto porque me divierte y porque me gusta. El día que postear deje de tener esos efectos en mí, esto se cierra y a otra cosa.
Y como decía mi sabia abuelita: "
Haz lo que quieras, de cualquier forma hablarán mal de ti".
Buen fin de semana para todos!
Etiquetas: Avisos parroquiales