Se dice de mí:
"A veces pienso que vos sos como el helado: tan dulce y fría a la vez. Y si el que te está comiendo tiene los dientes sensibles, seguramente le vas a hacer doler. Ni hablar que si se te consume en exceso, podés generar cagadera".Sí, bueno. Tibio, tibio. Caliente, caliente...
Etiquetas: Lecciones de vida