Pum! Bang! Una frase. Una sentencia.
Una frase que mata a una ilusión. Las
ganas de...
El sueño, no. El sueño no muere. Solamente se recostará a dormir un rato.
El talento tampoco se mata con una frase. Se apachurrea, se estruja. Duele. Hace llorar.
Ego herido.
Una frase que reacomoda las piezas del destino. ¿Una señal? Un consuelo.
Y de cómo en sólo dos minutos te cambia lo que hasta entonces era un proyecto repleto de impulsos e ilusiones.
Sentir que te dan la espalda. Que te dicen "
en esta no te acompaño". Sin embargo, seguir caminando. Hacia adelante. Siempre.
Me llevo todos esos abrazos de aquellos que sí me importan. Y me voy.
Se baja el telón, al menos por ahora. Pero el telón también puede volver a levantarse. Quién sabe.
Las energías apuntan hacia otro lado. Pero una parte de mí queda con ustedes, al igual que la experiencia y los recuerdos. Buena vida a mis chicos de
Química&Risas. Pisen fuerte esas tablas. Háganlo por ustedes. Háganlo por esa partecita mía que seguirá latiendo con ustedes.
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