No pretendo con esto que nadie juzgue, entienda ni comparta mi forma de relacionarme con la Iglesia y con la religión. Lo que le está pasando al Papa es muy triste. Debe ser feo morir agonizando tanto, porque que le duele, le duele seguro. Y su dolor nos duele a otros también. Pero es lo que tiene que ser. Todos vamos a morir, y él también.
No pretendo destacar las cosas que hizo bien y que pudo y supo reformar, la manera en que se acercó a la gente. Al que le interese saber lo que hizo, hay muchos libros que hablan de eso.
Sólo quiero decir que ver a toda esa cantidad de gente congregada en la plaza San Pedro, rezando por él, me emociona. Mucho.
Debe ser muy lindo y muy fuerte sentir que toda esa gente reza por vos en tus últimos minutos. No, no rezan por tu vida. No rezan por un milagro que te salve y te cure. Rezan para agradecer tu existencia. Rezan para pedir que tengas una muerte tranquila y que te conduzca lo más rápido posible escaleras arriba. Rezan por tu alma.
Esa energía. La plaza de noche, iluminada, en vigilia, con gente de todas partes del mundo... No sé, es un fenómeno que no puedo dejar de admirar. Y lo digo independientemente de ser católica. Si se estuviera rezando de la misma manera por algún otro líder espiritual, me pasaría lo mismo.
Me da piel de chicken.
Eso es ser
grosso.
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