De chica me fascinaban los ventrílocuos. Desde Chasman con su (
Chucky argentino) Chirolita hasta Cecile Charré y su perro Alfonso. No digo que
me fascinaban a manera de
me gustaban, sino que
me sorprendían, porque en realidad mucho no me agradaban, me daban miedo. Pero por más que yo preguntaba a mis padres cómo era que estas personas fueran capaces de hablar sin mover la boca, y ellos me respondían "Es que hablan con el estómago", yo seguía sin entender. Pero bueno, más o menos que con esa explicación me conformaban.
Años más tarde, cursando ya la Licenciatura en Fonoaudiología, el hecho de aprender la importancia de la modulación y del correcto punto y modo de articulación de cada fonema (dado, justamente, por la posición de lengua, dientes, mandíbula y labios) echaron por tierra esa explicación conformista de mi infancia. ¿Cómo era entonces que los ventrílocuos podían hablar casi como cualquier persona común y corriente, utilizando los músculos abdominales y el estómago, y sin mover todas estas estructuras, que son las que le dan forma a los fonemas? Porque, además, se les entiende perfectamente lo que dicen... ¿Cómo hacen?
Paralelamente, en la facultad intentaron enseñarme la llamada
voz erigmofónica o
voz esofágica, que es la que usan los laringectomizados (las personas a las cuales se les removió quirúrgicamente la laringe, luego de, por ejemplo, un cáncer) y que consiste en aprender a hablar eructando (para decirlo más académicamente: hablar utilizando aire del esófago). Fue muy gracioso ver a mis compañeras intentando decir "hola" con un eructo, cual chabón que toma birra en la esquina y que hace la jodita para sus amigos. A mí por supuesto nunca me salió, básicamente porque no sé eructar. Y por más técnica de
embolsar el aire y blabla que intentaron enseñarme en la facu, sigo sin saber eructar. Tampoco sé chiflar ni hacer anillitos con el humo del cigarrillo, pero eso no tiene nada que ver con este post.
En fin, son esos misterios de voces raras que nunca podré develar, por más que me los expliquen. Entonces, ¿qué hago? Les doy una explicación infantil totalmente coherente para mí: esta gente está poseída y, en realidad, quien habla es un Alien que tienen en su interior. O el demonio. O la voz de la conciencia.
No sé.
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