Paola tomó en sus manos el folleto y lo dio vuelta, buscándole algo que confirmara que eso era un mensaje divino y no un mensaje satánico.
-Diváin, vos estás totalmente anulada. Esto no puede ser en serio- dijo mientras miraba a Miami de arriba a abajo con cara de "too much".
-No, Pao, tipo que te re juro que es cierto. Fui a la Congregación de Nuestra Señora de Todos los Días Martes, en busca de consuelo, de apoyo...
-Morch, vos necesitás otro tipo de apoyo. No precisamente ese -suspiró Paola revoleando el folleto por la ventanilla abierta- Y vos sabés que nosotras dos somos re re re re inseparables, no querrás que además de convertirme en una malco, me convierta en una a-cogida por tu culpa. No, y no. Tipo que el tipo de los pepinos te está re trastornando mal, viste.
-Está bien. Sssstop. Hora de pensar. -Miami se puso un dedo en la boca y miró para arriba- ¡Pero no puedo pensar! Nunca lo hice, y no me voy a poner a empezar justamente ahora, que estoy tan preocupada -se quejó-. ¿No tenés algo dulce?
Paola revolvió en su carterita de animal print de leopardo mutante -animal print original, qué se pensaban-, y sacando una pastillita redonda se la ofreció a Miami. Obtuvo por toda respuesta un ronquido: la rubia se había quedado dormida, chupándose el dedo.
-Olrráit, olrráit. OK, la situeishon is máin. O nos salvamos las dos, o terminamos chupando cirios en lugar de cosas más interesting. Y yo a Bulto no renuncio. Además los hábitos de las monjas son demasiado out, jamás podría ponerme una cosa tan poco fashion.
Paola dio la orden al chofer de ir hacia el Hyatt, al tiempo que se mandaba para adentro la "mentita".
Mientras se llevaban a Bulto en andas, Chocho y Chalaman le manoteaban la ropa y le aullaban "contagianos, loco, contagianos, ¡¡sos grosso, sabelo!!". Bulto logró bajarse y agarrando a ambos por el cuello, se encaminó a la limusina blanca que estaba estacionada afuera del dancing.
-Mis hermanos se vienen conmigo- les dijo a los patovas. Sin darles tiempo a articular el "epa, ¿qué hacemo?" de rigor, metió casi a patadas a los otros dos en el auto. Chalaman se sacó la gorra, y de adentro de ella un bollito de bolsa de nylon rosa medio desflecada.
-Hora de hacer cantar al canario- dijo, mientras se pasaba una sedita por el pelo y buscaba algo para apoyar el contenido de la bolsita.
-¡Fiesta! ¡Fiesta!- gritaba Chocho haciendo el típico gesto de cadera del Cholito. Bulto lo imitó, poniendo de relieve sus dotes y sacándole toda gana a Chocho de hacerse el piola.
-Bueno, muchachos, no encuentro nada- dijo Chalaman, desistiendo en la búsqueda de algún elemento soporte para depositar a la iguana mari.
Chocho bajó un poco la ventanilla y ¡ops!, un folleto de colores pastel se coló adentro de la limo, cayendo sobre el sobrenombre de Bulto. Chalamán se le fue al ídem.
-Pará, loco, ¿qué manoteás? ¿Sos perversito ahora? Pedímelo y te lo doy. Aaaaajajajaja... -dijo Bulto levantando el folleto bien alto, para hacérsela más difícil a Chalaman.
-Dale, loco, que se me cae todo, no te hagás, no te hagás...
-Rescatate, rescatate y te lo doy. Rescatate.
-Daaaaaaale, no te hagás... traéeeee...
Bulto bajó el folleto y vio las letras que decían: "Ahora que has decidido ser monja" y estalló en carcajadas.
-Esto se lo re merece. Pero se lo re re re merece... Y le pasó el folleto a Chalaman, que, feliz, se dispuso a hacer manualidades con yerba y papel, como en jardín de infantes, pero un poquitito más tóxico.
Miami se despertó con el frenazo de la limo delante del hotel. Se dio vuelta para decirle algo a Paola, y la encontró a ésta masticando la cartera -la de animal print genuino-.
-Ay, gordi, la ansiedad te va a destrozar mal y vos a la cartera. Esperame acá que te alcanzo un agua.
Nuestra heroína volvió a los dos segundos con un agua saborizada de atún y frambuesa y encajándosela a su amiga en una mano, le dio la orden al chofer de dar un par de vueltitas... -Un tour que la distraiga, llevala por algún lado raro con poca gente, nada de punchi punchi... y vos, morch, aprovechá el paseíto. Te preparo un lugar y nos quedamos acá esta noche. Bai.
La rubia cerró la puerta con fuerza, hizo chau con la manito mientras la limo se iba, y se metió en el lobby del hotel trastabillando. Se fijó en la lista de reservas y notó que en cuarto piso había una suite vacía.
-Perfecto, ¡relax!
Llamó a un par de camareras y les dio indicaciones de que prepararan la habitación para dos personas: una dosis extra de sales en el baño, carga suficiente de Nutella en el frigobar, agua saborizada de áloe vera con menta, y sándwiches varios. Miami dejó expresas órdenes en la recepción del hotel: cuando llegara la limo blanca, que subieran a su ocupante al cuarto piso, a la suite.
-Esta noche vamos a olvidarnos de todo. Los hombres solamente sirven para hacerme llorar. No debería haber dejado que Pao tirara el folleto de la Congregación de Nuestra Señora de Todos los Días Martes por la ventanilla... En fin, mejor pongo E! Entertainment así me olvido de Jorgito, de los pepinos... Jorgito... ay, Jorgito... uh... hmmm... mi alfajorcito, mi peluchín pepinero, mi animalito precario...
Miami empezó a sacarse la ropa mientras se llenaba el jacuzzi, con la tele a todo lo que daba.
Una hora después, llegó una limo blanca al hotel. Jorge bajó, respiró hondo, se sobó el cuello de la remera y pensó en voz alta: -Pavada de lugar. Ojalá algún día pueda traerla acá a la diosa... Este pinta que es re su ambiente... ¡¡¡dioooosaaaaaahhhh!!!
En eso estaba cuando una mole de dos metros y uniforme lo introdujo en el lobby del hotel. -Cuarto piso- dijo la de anteojos finitos de recepción con sonrisita de yegua-, lo están esperando.
Paola había logrado tragar las manijas de la cartera gracias a un buen trago de agua sabor atún y frambuesa, pero todavía seguía bastante descontroladita. Bajó el vidrio que la separaba del chofer y le pidió que hicieran el siguiente recorrido: cinco cuadras derecho, doblar tres a la derecha, cinco cuadras derecho, y así. Que detuviera la limo luego del séptimo trayecto, que se iba a bajar a tomar un poco de aire.
Así fue. Paola se bajó en la puerta de "El gato rojo" confundiéndolo con Asia de Cuba, y atropelló a dos chicas que estaban en la puerta a quienes dijo "no, no tengo reservas, soy ahijada del dueño". Se dirigió resueltamente a un rincón apenas iluminado por un farolito rojo, cruzó las piernas y se puso a cantar a gritos: "Rooooooooooxane..." mientras agitaba la botellita y miraba cómo las escasas burbujas subían a la superficie y reflejaban lucecitas reeeeeee loooooooooocas.
Bulto, Chalaman y Chocho se pararon como pudieron en la puerta de "El gato rojo" muertos de risa. Las dos chicas de la puerta los hicieron pasar con una sonrisa: la de la izquierda relojeaba ansiosamente el contenido de la bragueta de Bulto y se mostraba cariñosa hasta el relajo con él. Pero el tipo estaba en otra, alternaba carcajadas con frases tipo "sacá la mano, que el amigo tiene dueña" y "qué hambre que tengo, ¿no tenés algo dulce?" o "sacá el dulce que este hambre quiere amigo"; lo que se dice "un kía totalmente para atrás".
Chalaman agarró a la loquita de la izquierda, le puso el folleto de la Congregación de Nuestra Señora de Todos los Días Martes a Bulto en la mano, y con un "que te vaya bien" lo despidió. Chocho se perdió por ahí con una japonesa, y Bulto, mirando la palabra "monja" fijamente y diciendo "món-ja-món-ja-món qué hambreeeeeeee" encaró hacia el fondo, donde había poca luz y algo se movía emitiendo lucecitas reeeeeeee looooocas.
Miami ni escuchó la puerta. Jorge entró y apagó la tele. -¡Qué rápido volviste, gordiiii! -dijo la rubia- Ahora salgo y comemos algo. Ya pedí. Vos tranqui y relajate.
Paola vio a través de la botella que alguien se acercaba haciendo eses con un papelito en la mano, y se puso a cantar más fuerte todavía.
Miami salió del jacuzzi y se dio de nariz con Jorge.
Bulto se dio de nariz con la botella de Paola, quien a su vez se dio de nariz contra la botella, producto del envión que llevaba el otro.
Los cuatro pegaron un grito.
¿Y saben lo que pasóooooooooo? ¿Nooooooooooooo? Lean el martes que viene qué vuelta de rosca le pega a esta historia
Rabino.
Si no tenés peregrina idea de cómo empezó el tema, fijate en
este post escrito por ~Naty~, en este mismo blog.
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