Primera Parte: en la previa a los penales del partido Argentina-México, bancarse escuchar por enésima vez las anécdotas de Bilardo sobre cómo fue que decidieron qué jugadores patearían y en qué orden, los penales del Mundial Italia 90. Qué le dijo a Goycochea. Qué siente el jugador que va a patear. Qué siente el arquero que va a atajar. Que el tercer penal es el más importante. Blah. Siempre lo mismo.
Segunda Parte: minutos después de finalizado el partido, cambiar a Canal 13 y ver a Sergio Goycochea visitando el estadio de Nápoles donde justamente atajó aquellos penales del Mundial de Italia 90 y revivir esos instantes.
Bonus Track: dos días antes, haber visto a Diego Maradona rememorar junto a Víctor Hugo Morales aquel famoso gol (
barrilete cósmico) contra Inglaterra en el Mundial México 86. Y repasar la jugada. Y Diego sonriendo y explicando qué pensó y qué sintió.
Basta! No se puede vivir de un hit. No podemos seguir hablando de cosas que pasaron hace 15 o 20 años. Este país necesita nuevos triunfos históricos a nivel futbolístico. Pero de esos, de los grossos
grossos.
Ojalá el Mundial Alemania 06 sirva para eso. Me aburre seguir viendo y reviviendo siempre lo mismo. Ya no se saborea como victoria, sino que pasa a sentirse como una amarga nostalgia que, inclusive, me empieza a romper un poquito las pelotas (de fútbol, claro).
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