Y no sólo es la época del clima
ni fu ni fa (ver post 392), también es ese momento del año en el cual durante las noches calurosas revoleás la frazada pero todavía no la guardás, a ver si vuelve a refrescar.
Donde el soundtrack original de cada noche (especialmente viernes y sábados) es el ruido constante de las motitos de delivery que van y vienen por la ciudad, llevando pizzas, helado y empanadas a todos aquellos que tienen demasiado calor para prender el horno y cocinar.
Donde una vez que lograste dormirte profundamente sos despertado por el zumbido insoportable de un mosquito en tu oreja.
Donde ya vas testeando que funcione correctamente el ventilador de techo y que el aire acondicionado del auto tenga una óptima carga de gas.
Donde caminás por la calle o vas al supermercado y ya te quieren empezar a vender borlas, guirnaldas, pesebres y arbolitos de Navidad.
Donde la pregunta obligada es "
¿Ya tenés definido adónde te vas de vacaciones?" (no, no tengo vacaciones este verano!!) y la frase más escuchada es "
A ver si nos vemos antes de que termine el año...!".
Y sí. Se nos va el 2005.
Cambiamos las botas por las sandalias y nos bancamos las ampollas en los pies de los primeros días de uso.
Se viene el verano.
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