Despertarse a la mañana temprano, sentir el clima con un poco de sol, un poco de nubes y un poco de viento fresquito, y poner un CD de Carla Bruni para abrir la ducha y comenzar el día, da ganas de café au lait, croissants y pain au chocolat. Ganas de abrir la ventana y quedarse un rato contemplando las chimeneitas tubulares marrones y blancas que asoman tímidas sobre las terrazas. Ganas de escuchar un
bon jour mon amour y dar un abrazo... y un beso francés.
A veces pienso que si pudiera elegir mi reencarnación, una de las candidatas sería Amélie Poulain...
Etiquetas: Porque sí