Y ya sé que el título de este post no es ninguna novedad ni descubrimiento. Pasa que a veces hay cositas que me dan como impresión, y las predicciones (no las de las brujas y tarotistas, sino las de personas comunes y corrientes, como un escritor de pensamiento desarrollado) es una de ellas.
Ejemplos tenemos a diario, y justamente hoy me pasó de ir a una reunión de trabajo al edificio de una importante multinacional y encontrarme con que no solamente el ingreso del personal está supervisado mediante esas credenciales magnéticas que portan, sino que, además, esta gente tiene que usar la misma credencial para poder acceder a cualquier lugar dentro del edificio mismo: a las oficinas, a las salas de reuniones, a la confitería... me pregunté si hasta para entrar al baño tendrán que pasar la tarjetita! Y no me vengan con que se trata de una medida de seguridad para evitar que extraños pululen por las instalaciones libremente. No no, no es
sólo eso. Es una estrategia para tener controlado al personal y vigilarlos en cada uno de sus movimientos. Me imagino que existirá un servidor donde podrán chequear en qué lugar del edificio estaba el empleado Gómez(?) a las 15.43 hs... y me da escalofríos.
La telepantalla no nos da órdenes (todavía...) pero el Gran Hermano te vigila.
Recuerdo que tuve la misma sensación rara cuando todavía trabajaba como encargada de compras en un colegio y una tarde me llamó un proveedor para ofrecerme un servicio
único en el mercado. Se trataba de un sistema de monitoreo mediante cámaras de seguridad que se instalaban en todas las aulas y donde los padres de los alumnos, a través de una página web a la que ingresaban con un login con usuario y contraseña podían ver, en tiempo real, lo que su hijo estaba haciendo en el aula, lo que la maestra estaba enseñando, si los compañeritos estaban por arrojarle un sacapuntas por la cabeza, etc etc... Siniestro, sencillamente siniestro.
Pero bueno, si nos ponemos a pensar friamente, la web cam no está a demasiada distancia de todo esto. La única diferencia es que ahí todavía son sus dueños los que deciden en qué momento desean ser observados y cuándo no.
Todavía...
Etiquetas: Teorías