Esta tarde, mientras -por fin!- colocaban el artefacto de luz en el sector que me corresponde de la nueva oficina, pensaba que si me preguntaran con qué método no convencional podrían generarme una fuerte tortura psicológica, seguramente respondería que sería encerrándome en un lugar a oscuras.
Nada me deprime más que la oscuridad, los días grises y lluviosos, y hasta la falta de luz artificial.
Y si a eso le quieren sumar, por ejemplo, el detalle de colocar palomas en mi misma
panic room, para solamente escuchar sus desagradables sonidos o sentir sus horrendos aleteos cuando intentan levantar vuelo, seguramente se ahorrarán varios días de tortura porque me puede llegar a dar un infarto en apenas horas.
Pero como nadie va a preguntarme eso y ni siquiera creo que un eventual individuo que quiera torturarme leerá este blog... listo, acá queda.
Etiquetas: Porque sí