Hacía mucho, mucho tiempo que no me quedaba un sábado en casa, sola, en piyamas y en pantuflas. Había olvidado lo bien que se sentía. Ese placer de "no hacer nada" o de "dejar de hacer". Prepararse una comidita rica y cenar en la cama, frente a la tele. Darse un baño de inmersión con sales. Esas cosas.
Pero también me había olvidado que este tipo de no-actividad le juega truquitos a mi mente. Y empiezo a pensar, y me empiezo a embrollar. Me surgen las preguntas sin respuestas. Me sale el autoanálisis. El balance de qué hice bien y qué hice mal. Por qué hice y dejé de hacer. Reviso, reviso. Recuerdo. Y extraño. Recuerdo esas pequeñas cosas que en conjunto formaban algo grande. Y extraño a la persona con la cual armaba esos lugares. Y entonces me dan ganas que esté acá, y abrazarlo y contarle. O sino llamarlo, o mandarle un mail, sólo para que sepa que estoy pensando en él, en nosotros, en lo que fuimos...
Para qué. Me doy cuenta que lo que fuimos, fuimos, pero nunca seremos. Y que no quiero volver a ser lo que fuimos. Y que no hay un seremos otra cosa. Entonces me digo:
No hagas locuras, ¿por qué mejor no te vas a dormir? Dale, te estas enroscando mal, te estás empezando a poner triste, y ni vos ni yo queremos volver a esos estados de hundimiento de los cuales ya salimos juntas, por suerte...En eso estaba, meditando si permanecía despierta y corría algún riesgo y me mandaba una locura, o si mejor callaba mi mente mediante el sueño, que tampoco me faltaba... Me senté en la compu.
"Dos segundos", pensé. Y ahí, en el eMeSeNe, me encontré con otra alma que estaba en la misma que yo. Y dijimos:
Vamos a hacernos compañía! Y surgió una buena charla. O dos. O tres. No sólo me hizo despejar mi mente, sino que encima, sin saberlo, me tendió esa manito que necesitaba para sacarme del pocito en el cual me estaba metiendo yo sola.
Hablamos cuatro horas. Me fui a dormir con una sonrisa y hoy me siento mejor.
Gracias por evitar que me hiciera daño y que, seguramente, le hiciera mal a otro. Pequeños momentos que forman una gran relación.
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