El
Señor Autoridad es un personaje que todos Ustedes conocen, alguien de la vida casi cotidiana, diríamos, pero no es lo que parece ser.
El
Señor Autoridad cree poseer el poder suficiente para entrar aquí y allá y emitir sus opiniones, con la certeza de ser estas vinculantes, de ejercer algún tipo de impacto, y sobre todo, de imponer conductas.
El
Señor Autoridad opina y juzga, y reprende verbalmente, tratando de castigar y enderezar caminos que él considera torcidos.
El
Señor Autoridad esta allí, en el panóptico, observándolo todo con su ojo critico y sagaz.
Confunde con sus palabras, conspira y ejecuta sus tácticas, mezclando los frentes permanentemente.
Tira de los hilos y mueve las piezas a su alrededor, quedando siempre en el medio de todo, entre el bien y el mal, entre el infierno y el paraíso, entre Marte y Venus.
Pero hoy el
Señor Autoridad mostró la cara.
Dejó caer la máscara que cubría ese tierno y querible personaje y demostró ser lo que siempre ha sido:
El
Señor Autoridad no es mas que el
Señor Autoritario, que mediante un acto tan cobarde y despreciable como es la
CENSURA, ha clausurado un espacio público de expresión.
Pero esto, aunque parezca, no es lo más grave.
Ha intentado culpar de su vil acto de censura a una inocente.
Pero se ha olvidado de un pequeño detalle: sus maquiavélicos planes los había ya dejado entre ver con anterioridad, y su accionar de hoy no fue más que el cumplir su propia voluntad, sin hacerse cargo de las consecuencias del mismo.
Mostraste la hilacha
Chris. Devolvé
el tag.
Pp.: esto no acaba acá.Posted by Naty y Vero (Unidas contra la Censura)Etiquetas: Cuentos