A few questions that I need to knowhow you could ever hurt me soI need to know what I've done wrongand how long it's been going onWas it that I never paid enough attention?Or did I not give enough affection? Not only will your answers keep me sane but I'll know never to make the same mistake againYou can tell me to my face, or even on the phoneYou can write it in a letter, either way, I have to knowDid I never treat you right?Did I always start the fight?Either way, I'm going out of my mindall the answers to my questionsI have to find.
All Saints - "Never ever"
Pero un día dejé de buscarlas. Ya no necesitaba responderme esas preguntas. Ya me daba lo mismo descifrar o no el enigma.
¿De qué me serviría? Si de cualquier forma, aunque tuviera la respuesta, no te tenía más a mi lado.
¿Esa respuesta iba a calmarme? No. Porque si era buena, la impotencia me superaría torturándome día y noche, haciéndome pensar por qué fuiste tan cobarde y no te animaste a dejarte querer, y no te animaste a quererme a mí. Y si la respuesta era mala, estaba dispuesta a revolver en mis entrañas más profundas, buscando mi error, revisando cada uno de mis pasos hasta encontrar qué fue lo que hice mal, qué fue lo que no te gustó.
¿Y sabés qué? Cualquiera hubiese sido la respuesta, me habría hecho daño. Una vez más, habría dejado de ser yo misma, como tantas otras veces en nuestra relación, solamente para ser lo que vos querías que yo fuera, y así y todo, rechazarme. Y una vez que entendí esto y que comprendí que saber no me iba a hacer feliz, dejé de buscar y lentamente fui encontrando la calma. Sí: encontré sin buscar.
Hoy por hoy no me importa realmente si fui la mujer de tu vida, la única que te entendió, la más "todo", la mejor "en todo", la que te acompañó siempre y la que te conoce mejor que nadie; ésa, a la que no te animaste a amar. Y tampoco me importa si en realidad me mentiste haciéndome sentir especial, me usaste como a cualquier otra, no me respetaste y me hiciste doler porque poco te importaba lo que yo sintiera por vos.
Hace un tiempo ya que estoy liberada de toda respuesta. No necesito todos los porqués. Sin ellos puedo seguir viviendo.
Sólo guardo los recuerdos como lo que son: momentos. Y a veces elijo traer a mi mente los feos y odiarte. Y otras veces aparecen los lindos y me miento un ratito pensando: "Bueno. No todo fue tan malo".
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