Noches de
lluvia de chanes. La rescatada se destapa. La obsesiva se confiesa. Se sugieren tríos. El gay se toca con mujeres. El metrosexual (no
ese metrosexual no, otro!) se asume gay. Se admiten bisexualidades. Vos me gustás. A vos te doy. Todos cuentan sus puntos oscuros. Del pasado, del presente. Familiares, laborales, personales, amorosos, sexuales.
Y llueven
chanes.
Y cada confesión amerita un brindis. Los chopps se chocan en el aire.
La fiesta comenzó. Y la fiesta continuará. Ya está pactado.
Diciembre, además de ser un mes hipócrita, es un mes que se caracteriza por el enfiestamiento constante y, este año en particular, por las
confesiones. Por eso,
El Mar Azul cede el espacio de sus comentarios para que ustedes (
sí, ustedes lectores) aprovechen estos últimos días del año para confesarse. Pueden decir lo que quieran, que no serán censurados. Piensen que el mar lava todo, las olas se llevarán sus palabras, y una vez que arranque el 2005 ya nadie recordará estas cosas. Vamos, anímense, no serán juzgados!
Y vayan pensando un poco más. Mañana cederé el espacio para que pidan sus regalos navideños. Stay tuned...Etiquetas: Porque sí