Hace varias noches consecutivas que vengo teniendo pesadillas. A veces inclusive son más de una por noche... dos o tres, una atrás de la otra.
El tema es siempre el mismo: presencio muertes por accidente. No muero yo ni nadie conocido, pero yo estoy ahí, viendo cómo muere un desconocido. Y pueden ser botellazos en la cabeza, gente que se tira de un balcón, choques de auto... mil maneras de morir. Me despierto agitada, respirando fuerte, a veces gritando. Con una terrible angustia, con la necesidad de mantener mis ojos bien abiertos durante un rato, hasta asegurarme que la realidad es otra y poder despegarme del sueño.
No sé qué hacer para evitar tener estas pesadillas cada noche. Lo maravilloso de este padecimiento es que cuando duermo con él, no me pasa. Como si él fuera mi
dreamcatcher. Y eso que los cazadores de sueños siempre me dieron más miedo que las pesadillas en sí. Algo raro está pasando.
Etiquetas: Mar adentro