Si no fuera porque el corte es imperioso (faltan solamente 4 días), estoy en ese momento en el cual pararía todas las rotativas y pondría todos los puntitos sobre las ies. Todos.
Plinc plinc plinc plinc. Puntito por puntito.
Seguramente coincidiría con mi primera gripe del año. Ya se habló acá muchas veces acerca de somatizar y de que cuando no puedo decir, el cuerpo libera por otro lado, entonces me congestiono, me enfermo, aparecen placas, bla bla bla. Pero como estoy contenta, mi sistema inmunológico está alto.
Sería también el momento en el cual lloro y maldigo tener esa percepción tan especial como para darme cuenta solita cuando estoy oliendo algo que no me gusta. Y pondría otro puntito ahí:
plinc. Hablemos claro.
Plinc. Otro puntito para mi jefe: basta, no doy abasto.
Plinc plinc plinc plinc. Más puntitos para mis compañeros de trabajo.
Jajajaa, a vos, a VOS... te pondría el punto más grande de todos, así que ese sonaría
Plooonc! Basta, dejate de joder. Cortala. No, no voy a volver. No vamos a ir al cine. Tampoco a cenar. Todo bien, pero no.
"Gracias, recién tiré..."Mi cuerpo está cansado. Mi paciencia está agotada. Pero como mi cabeza, mis ganas y mis sueños ya están adelantados cuatro días y me están esperando arriba de un avión, estoy bajo una especie de efecto sedante. Así que zafaron todos. No pongo puntitos. Me voy
y que se curtan. Y lo digo sonriendo.
Mi versión Chucky está guardada en un placard. Déjenla ahí, no la llamen más.
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