Y continuando con la onda ciclotímica reinante y ya expuesta en el post de acá abajo, coronamos el día con
La Noticia.
Momento raro para enterarse que mi ex (y digo "
mi ex" a modo de "
ese ex que te marcó para siempre y que estableció un antes y un después en tu vida", y no "
un ex" cualquiera) está hace unos cuantos meses muy de novio, comprometido, con vivienda prácticamente compartida a medias con la susodicha y con planes de casamiento.
Sí, ese. Aquel que era un compromisofóbico y mujeriego (aparentemente) incurable... de pronto sentó cabeza. Y me lo cuenta.
Y yo lo escucho y me río. Y por dentro me corre una sensación extraña, mezcla de muchas cosas. Quizás en parte es una forma de ponerle una vuelta de llave más a una cerradura que ya cerraba esta historia hace bastante tiempo. También es ese baldazo de agua fría que te dice: "
Viste que él podía?... Lo que pasa es que no era con vos!" y el ego contesta "
Ouch!". Y otra parte, la que le muestro a él, es la que exterioriza un: "
No sabés cuánto me alegro por vos. Y cuánto más me alegra que podamos mantener una buena relación vos y yo, a punto tal que podamos contarnos estas cosas".
Y de la nada encima a él se lo ocurre deslizar: "
Vos fuiste la última mujer con la que estuve antes de ponerme de novio con ella".
Ah... Ahora me siento mejor todavía. Pará, bancá un toque que me agrego un item más a la listita de: fuiste la única que..., la primera que..., la última que..., la mejor que...
Y me recubre el agotamiento. Estoy cansada de ser siempre la especial, la mejor, la inolvidable... pero a la que nunca eligen. Estoy harta de ser siempre el paso previo en la vida de mis (ex) hombres, bancarme sus miserias, de alguna forma convertirlos en mejores personas y dejarlos listos para que los disfruten otras. Estoy cansada de que los hombres pretendan jugarme de psicólogos y decirme "
Lo que pasa es que vos sos así porque te pasó tal cosa", o "
Yo no quiero que sufras por mi culpa, ya sufriste suficiente por otros", o "
Nunca voy a olvidarme de vos porque lo nuestro fue demasiado especial; espero que vos tampoco". No, claro. Yo tampoco los olvido. Simplemente los supero como puedo. Pero paren un poco la mano. Soy humana. Si fuera una super heroina, estaría dibujada a todo color y en venta en el quiosco de la esquina.
De todas formas, querido G., es verdad que me alegro por vos. Te llegó la hora. Vos te comprometés y yo me quedé contagiada de tu compromisofobia y trato de jugar un rato a que está todo bien eso de tener relaciones free... Estem...
Nada. Tómense este post como el desahogo que pretende ser, en el marco de un período ciclotímico. Nada más. Ya saben que no es común que yo postee dos veces por día, así que creo que eso es señal suficiente para que se entienda que necesitaba sacar esto de mi sistema.
Listo.
Etiquetas: 5 minutos de odio, Mar adentro