Y finalmente hoy sí llegó el llamado que esperaba ayer. De todas formas, la noticia
es de ayer, y mi papá acertó su pronóstico en un 100%: nace el 20 y es varón.
Que era varón lo decíamos todos. Menos mi mamá y mi suegra.
Que nacía el 20 lo decían todos. Pero más que nada para molestarme a mí, porque sabían que yo quería mantener la exclusividad del 20 de junio para mí solita.
Por lo que cuentan las noticias, mi hermana debe haber hecho un esfuerzo enorme para que sea del 19 y no del 20. Pobre, no le salió (en todos los sentidos de la palabra), y luego de 28 horas de trabajo de parto y con ayuda de un forceps, ayer, 20 de junio de 2007, a las 14.30 hora local, exactamente 30 años y 1 hora más tarde que su tía, nació Pablo, con 3 kilos 30 gramos.
Y no sé qué pasó en el medio, pero ya no me molesta que mi primer sobrino y yo compartamos la fecha de cumpleaños. Quizás porque siento que, aunque lejos, es el mejor regalo de cumpleaños que tuve en toda mi vida.
¡Bienvenido al mundo, Pablito! Espero poder tenerte a upa y verte la carita muy pronto.
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