lunes, octubre 31, 2005 |
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A pedido de mi amigo el Toro, voy a blanquear(?) mi situación... Luego de un fin de semana que incluyó teatro, pizza, Baileys, Festival Bue, frío, música, buena compañía, Gancia, mimos, fiaca, fiaca y fiaca... Luego de haber apuntado sin saberlo a la empresa correcta en el momento oportuno (es decir, enviar un CV espontáneamente y que te llamen a los dos días porque justo estaban realizando una búsqueda de personal que se ajustaba a tus características), dos entrevistas y el clásico test psicotécnico donde dibujé a la persona bajo la lluvia y otro dibujo libre... ...He conseguido trabajo y hoy estrené mi flamante puesto de Asistente de Producción en una importante productora de eventos empresariales. Tengo oficina, teléfono, mail propio, horario de trabajo, sueldo fijo, comisiones por eventos, mucho trabajo por delante, un Nextel, dos jefes que parecen ser muy buena onda, otras seis locas de compañeras de oficina que también aparentan ser copadas... y sobre todo: muchas ganas de trabajar (especialmente porque es el trabajo que estaba deseando y buscando)! Así que en eso andamos... Por eso andamos poco por acá. Y por allá. Y por ahí. Pero nunca dejamos de estar, eh. A todos los que mantuvieron sus deditos cruzados, estuvieron pendientes durante el proceso de selección y finalmente se alegraron con la noticia... Gracias!Y a todos los que van a sufrir mis nuevos horarios y ritmos de vida... Perdón y gracias!Etiquetas: Avisos parroquiales |
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martes, octubre 25, 2005 |
(394) AQUÍ ME PONGO A CANTAR...
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Tengo un extraño reflejo que hace mucho tiempo descubrí en mí, pero que nunca se lo confesé a nadie. Después de pasar por alguna situación en la cual me sentí avergonzada, nerviosa o alterada, o después de haber protagonizado algún papelón, suelo ponerme a cantar en voz baja cuando me quedo sola, recordando aquel embarazoso momento. Por supuesto que no canto ningún tema en particular. En general invento la melodía y la letra va variando de acuerdo al momento cuco que viví, por ejemplo " Soy una idiotaaa, qué pelotuuudaa..." y similares. Y ahora que me puse a reflexionar acerca de esto, me di cuenta que cuando era chiquita (muy chiquita!) y le tenía terror a la situación de ir sola a un baño que no fuera el de mi casa, repetía el mismo mecanismo. Cerraba la puerta del baño y para calmar la ansiedad, me cantaba cancioncitas mientras hacía pis, cuya letra generalmente hacía alusión a lo mucho que me quiere mi mamá. Pensándolo bien... me doy cuenta que sigo haciendo lo mismo cuando voy a algún baño tan asqueroso que me pone nerviosa. Sólo que no canto más acerca de lo mucho que me quiere mi mamá. ¿Será que necesito acunarme un poco para tranquilizarme? Como fuera, me siento un poco ridícula haciendo esto, pero no puedo evitarlo. Sí, ya sé, esto quedó re Tu Secreto... Y bueh. Etiquetas: Mar adentro |
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viernes, octubre 21, 2005 |
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Y mientras el mundo entero (o gran parte de él) se maravilla admirando los rápidos y vertiginosos avances de la tecnología, la globalización, las comunicaciones, internet, la bioquímica, la medicina, la informática, la robótica y todo ese tipo de cosas... yo me sigo maravillando, admirando y sigo sin entender cómo funciona eso que se llama destino, cómo es que dos personas pueden cruzarse y encontrarse en algún momento de su vida y enamorarse desde el primer segundo, sabiendo que encontraron a su significant other con quien desean pasar el resto de su vida, y cómo pareciera ser que el mundo entero puede llegar a conspirar a favor del amor. Igual prefiero permanecer en la ignorancia. Así se disfruta mucho más. Etiquetas: Él |
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martes, octubre 18, 2005 |
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No confundir. La primavera es cuando ya tenemos instaladas las temperaturas promedio de 23° en forma constante, día tras día. Esto que estamos viviendo ahora se llama media estación. Son aquellos días en los que alternamos un día de 5°, seguido por otro de 27°. Son esos días en los que no sabemos en qué posición mantener la palanquita de la temperatura del calefón, y nos la pasamos haciendo el recorrido del baño a la cocina ida y vuelta cuatro veces para subir o bajar la fuerza, pasando del me quemo al me congelo en cuestión de segundos. Son aquellos días en los que no sabés si dormir tapada con frazada, con frazada y acolchado o solamente con la sábana. Que podés despertarte tiritando en medio de la noche o nadando en un colchón empapado de sudor por la mañana. Son esos días en los que no sabés qué ponerte, porque... no existe la ropa de media estación! Porque ya no da ponerte el pantalón de corderoy con estos días soleados, pero tampoco estás para los capri de lino. Y porque nunca sabés si el clima se va a mantener entre la mañana y la noche; puede refrescar, puede hacer calor... y vos siempre vestida inadecuadamente! Son aquellos días en los que, además, no sabés si ponerte las botas o las sandalias (y encima todo te saca ampollas). Son esos días en los cuales tu piel está tan blanca que te da vergüenza ponerte pollera y mostrar las piernas para salir a la calle. Son aquellos días en los que, encima, tenés que estar siempre depilada, por las dudas que te toque una jornada de calor intenso y no quede otra que subsistir con musculosa y pollerita... o de la nada te inviten a pasar el domingo en una casa con pileta. Son esos días en los cuales no me decido ni por la merienda de invierno (café con leche) ni por la de verano (nesquik con leche fría). Son aquellos días en los que no sabés si prender el aire acondicionado o la calefacción, porque cualquiera de las dos cosas parece exagerada. Y son, además, los días más alérgicos del año. En los que más estornudo y más propensa estoy a enfermarme (toco madera, este año vengo invicta!). Esperamos ansiosamente el inicio de la primavera propiamente dicha. O del verano, mejor. Queremos guardar la polera definitivamente y salir en Havaianas. He dicho. Etiquetas: Teorías |
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domingo, octubre 16, 2005 |
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¿Y dónde iba a estar yo, anoche? Obvio... no me lo iba a perder! Un buuu para el sonido (especialmente al principio del recital) que se escuchaba muy bajito! Un bienvenidos a los dos acompañantes que anoche vivieron su primer recital de Die Toten Hosen (y que esperemos, no sea el último). Un gracias a Él, que se bancó eso en lo que yo me transformo cuando veo a los Hosen en vivo, que escuchó mis gritos, que se aguantó mis pisotones sin chistar durante mis saltitos (y saltó conmigo), y que gentilmente ofreció "te hago upita" para ver mejor. =) Otro gracias a los demás acompañantes, son una masa. ¿Qué onda, vamos el martes...? Me duele todo. Ich bin ein alter Punk...Feliz día de las madres, de paso, a quienes corresponda!
UPDATE! A pedido de Rochi, un mp3 de muestrita para que puedan escuchar algo. Bajatelo de acá. Y si te interesa saber qué dice la letra, acá la tenés en alemán y con traducción al castellano.
Etiquetas: Música |
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jueves, octubre 13, 2005 |
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Ring ring... ring ring...-¿Hola? - Hola, buen día. ¿La señorita Natalia? - Sí, soy yo... - Ah qué tal. Mi nombre es Mirta Xxx ( no recuerdo el apellido, lamentablemente). No me conocés, pero... - ¿? - ( agravando el tono de voz) ...te llamo por algo no muy agradable que digamos, pero bueno, a veces la vida es así y... - ¡¿?! ( pulsaciones en aumento) - ...lamentablemente hay que estar preparada para estos momentos, sobre todo cuando pensamos en nuestra familia... - ¡¡!! ( taquicardia) - ...No sé si alguna vez oíste hablar de los sistemas de cementerios privados. Yo represento a la empresa-- - Disculpame, Mirta. Primeramente, no estoy interesada en tu sistema de cementerios privados. Y en segundo lugar, te voy a pedir que cuides un poco tu speech. Yo sé que vos estás laburando y tenés que vender, pero no podés jugar así con la susceptibilidad de la gente. Tengo 28 años y casi me matás de un infarto, por la sencilla razón de que mi hermana vive en el exterior y mis padres están de viaje hace 2 meses, así que los llamados que empiezan como el tuyo no me caben. ¿Te quedó claro, pelotuda de mierda? Click.( recuperando ritmo cardíaco normal) Etiquetas: 5 minutos de odio |
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lunes, octubre 10, 2005 |
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Fragmentos de conversaciones de domingo víspera de feriado por la noche con amigas en Pérsicco sucursal Salguero.C.: ¿Sabían que si diseñás un gusto de helado para Pérsicco, ellos lo testean durante 6 meses y si funciona y tiene éxito, te regalan un año de helado gratis? N.: ¿Posta? C.: Sí. Así que ahora que estás al pedo ponete a exprimir neuronas e inventate un gusto. -2 minutos más tarde, mirando la pantalla del local-C.: Uy miren! El loguito de Pérsicco Eventi se parece al diseño de una caja de forros! N.: Quizás habría que inventar eso: forros con gusto a helado. C.: Ojo, es buena! ¿Ves? Ahí tenemos una idea! B.: ¿Y con qué gustos le mandamos? N.: Eso es a elección, pero principalmente debería ser un banana split... C.: Claaaaro, totalmente! Así daría gusto-- (Ante esta conversación, un joven que esperaba su turno en la barra, se da vuelta, nos mira y nos sonríe)
B.: ¿Qué onda? C.: No sé, pero parece que le gustó la idea. N.: Igual habría que aclararle que no somos unas locas cualquieras por tener estas ideas eh. Por ejemplo, yo estoy comprometida y la señorita acá a mi izquierda es lesbiana. B.: ¿Te das cuenta, boluda? Desde que me asumí torta, me miran todos los tipos. Antes... nada. Parece que lo hicieran a propósito. C.: O les encanta la idea de imaginarte con otra mina, embadurnada en helado. (El joven se vuelve a dar vuelta brevemente)
N.: Sí, loco. Mi amiga es torta, ¿y qué? Se toca con chicas y la pasa bien. Es más, viene a Pérsicco y se pide tarta di limone... ¿Quedó claro? Etiquetas: Porque sí |
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miércoles, octubre 05, 2005 |
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Dicen que una de las cosas más dolorosas de crecer, es cuando te das cuenta que mamá y papá son seres humanos, y por ende se equivocan. Cuando lográs ver que ellos también cometen errores y que pueden actuar como adolescentes encaprichados y, por ejemplo, jugar a ser los personajes de Montaña Rusa con su grupo de amigos, o conseguirse una amante por internet que viva en Venezuela y con la cual chatear y usar camarita web y micrófono. Durante nuestra propia adolescencia o juventud -más tarde o más temprano- aprendemos también que nuestras parejas pueden defraudarnos. Que aquel que nos juraba amor eterno y podía pasar tardes enteras con una soñando con la casita y los nombres de los hijos, un buen (mal) día decidió probar la suavidad y la textura de las sábanas de su compañerita de facultad. Desde que tengo uso de razón, detesto muchísimo que las personas falten a su palabra. Creo que por eso soy más que precavida en lo que le digo a los demás, e intento por todos los medios no prometer cosas que no sé si voy a poder cumplir. Trato de mantener un equilibrio entre lo extremadamente soñadora que soy, y la más cruda (y no siempre optimista) realidad terrenal. Los padres nos muestran que también se mandan cagadas. Dicen que de los cuernos (y de la muerte) nadie se salva. Pero algo a lo que sistemáticamente me resisto a acostumbrarme es que un amigo me defraude, me decepcione o falte a su palabra. Y puedo llegar al extremo de sentirme terriblemente mal cuando un amigo no reacciona de la manera que yo espero ante hechos puntuales. Seré naïf, evidentemente. Aquí aparece más que nunca ese costado ingenuo de pensar que siempre elijo bien la gente que me rodea. Pero tengo que terminar de entender que todos podemos cometer errores, y que a veces sólo nos queda la paciencia y untarnos con un poquito de jabón para que no todo importe tanto. Etiquetas: Mar adentro |
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sábado, octubre 01, 2005 |
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Si yo tuviera toda pero toda la plata del mundo, entre otras cosas que me compraría ( y que te compraría a vos y que, claro, por supuesto, también les regalaría a todos mis amigos -especialmente a los amigos que leen este blog-) está algo tan pequeño como extraño. Quisiera poder comprar esa partecita de la cuadra donde, antes que pusieran las baldosas que están ahora, yo dibujé sobre el cemento fresco (y con la ayuda de un palito) un corazón que encerraba mi nombre y la ilusión del tuyo. En ese entonces no sabía que existías. Y a los pocos días de aquel suceso gráfico, colocaron los baldosones que hoy revisten la vereda que secretamente guarda mis pequeños pero grandes deseos de amor. Etiquetas: Él |
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